Tengo insomnio. Desde que tengo memoria he batallado para dormir, no me gusta empezar a dormir pero tampoco me gusta terminar (¿Cómo?), es decir, batallo para dormir así que una vez que lo consigo es gacho despertar.
Ahí estoy todas las noches en mi cama con los ojotes pelones, a veces me entretengo buscándole formas a las sombras, ese parece un dinosaurio y aquello un vampiros -¡Ay, Un vampiros!- prendo la luz y el vampiros se fue y se oye un grito en el castillo -¡¡¡Marcela apaga la condenada luz, ahí andas danzando a media noche y no dejas dormir!!!. Ya pues, esta apagada. Ahora empiezo a pensar en que me pondré mañana, no, mejor voy a hacer cuentas mentales de mis deudas y… ¡Ahí están! ¡Los oigo! Son los pajaritos de las tres de la mañana. Por mi casa hay pajaritos que cantan desde las tres de la mañana y me hacen mas difícil la tarea de dormir, ¡¡¡malditos pajaritos de la tres de la mañana!!!! No quiero oírlos, mejor cierro la ventana y me da un poquito de calor así que bajo por agua y ya que estoy levantada voy al baño, ¡Chiiiin! No hay papel (que bueno que me di cuenta antes y no después), ¡chiiin! Los paquetes de papel de baño están en el cuarto de mis padres, silenciosamente entro y silenciosamente camino, abro la puerta del closet y…. riiiiiiii!!! (le hace falta aceite) -¡¡¡MARCELA!!! Por el amor de dios ya acuéstate, ¡pareces un espectro! Ya vete a dormir- si mama, pero no grites porque vas a despertar a alguien. ¿Dónde estarán los de mi especie?
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