lunes, marzo 30, 2009

Entre helados y el hombre polilla

Diosito, ¿porque hiciste que me gustara tanto el helado?. Porque han de saber que Diosito es el que nos hace de una forma o de otra y si a mí me gusta mucho mucho el helado, el chocolate, las tripitas, los montados, etc. es por voluntad de Diosito y contra eso no hay nada que hacer. A veces mi esposo y yo queremos comprarnos un bote de helado, pero a mí me gusta el de chocolate y a él no, a él le gusta el de mango y a mí no. Claro que siempre estarán las Super Coldys, famosas su variedad, su rico sabor y por los uniformes de sus empleadas (que según algunos puede resultar sexy) , pero me molesta un buen que siempre este hasta el requequeque, neta, ha llegado a un punto en que le encuentro parecido al seguro social, es más, afuera hasta huele como el seguro social, y no es que tenga nada contra el seguro social…esperen, la verdad si, ¡el seguro social sucks! Y ni moyo.

Por otro lado y entre más quejas, he de hacerlo formalmente de la Comisión Federal de Electricidad ya que por su culpa sufrí un ataque nervioso al quedarme sin luz en el patio de mi casa lo cual les aseguro es calificado como “muy oscuro”, considerando hasta donde vivo y considerando también mis antecedentes de “miedosa” y “fácil de sugestionar” me puse extremadamente inquieta al recordar la reciente noticia de un “humanoide con alas” que anda haciéndose presente por los alrededores, lo único que podía pensar era; ¡ahí viene el hombre polilla! ¡Ahí viene el hombre polilla! ¡Ahí viene con sus alas horribles y su cara peluda! mientras buscaba a tientas la puerta de mi casa, eso sí, las estrellas se veían rete bonitas.


viernes, marzo 27, 2009

Me encontré esto afuera de casa de mi abuelita


Creo que eso es todo, en este post no se necesita decir nada más. Gracias

viernes, marzo 20, 2009

¿Ociosa yo?

Miren lo que se puede hacer con un poquito de maquillaje, una lipo y un bra… Bendito Dios Photoshop.

jueves, marzo 19, 2009

Bueno, ¿qué hay de malo en ir a correr y luego premiarse con un cuerito de la depo?

lunes, marzo 16, 2009

Pobre...

- Amor, quiero ir de compras a Saks Fifth Avenue
- ¿Qué? No, nunca
- ¿Por qué no?
- Es imposible
- ¿Porque imposible?
- Porque no somos de la realeza
- Pero tú todo el tiempo me dices princesa, ¿no soy la princesa entonces?
- Sí, pero yo no soy tu bufón
- No te estoy pidiendo que me hagas reír, te estoy pidiendo que compres cosas lindas
- No somos los Beckham
- No, ellos no son de la realeza, yo si
- Bueno, lo siento, estamos en México, eres realeza tercermundista
- Pues la realeza tercermundista apesta

lunes, marzo 09, 2009

El niño malo maltratagatos

Había una vez ...

Un niño malo. A ese niño malo le gustaba maltratar gatos, no había cosa mejor para el que un gato horrorizado. Primero los llamaba con su manita, movía los deditos encantadoramente y les hacia; ptss ptsssss. No se sabe porque, pero los gatos siempre acuden a aquel sonido. Estando el gato lo suficientemente cerca, de un zarpazo el niño lo agarraba, primero lo metía en el espacio que queda cuando se levanta el asiento de los carritos para niños, de esos a los que le das vuelo con los pies. Ahí lo metía y se sentaba durante una o dos horas a darle vuelo al carrito por toda la calle. Luego, cuando al fin el niño malo se cansaba, sacaba a el gato de esa terrible cárcel, lo agarraba con fuerza, tomaba la puntita de su cola y la presionaba contra las espinas de un rosal y si al gato no parecía molestarle mucho la original tortura, el niño malo decidía rematar aventando al pobre animal a la casa de enseguida, donde desafortunadamente para el felino habitaban 3 perros rottweiler.

Así pues el niño malo finalizaba su ritual de maltratar gatos, mismo que generalmente era interrumpido por el grito de su madre; ¡bebe, ya esta lista tu lechita angelito!. Así de fácil el niño malo se convertía en niño bueno, siempre y cuando los gatos no opinaran.

jueves, marzo 05, 2009

Me arrepiento de no haber nacido rica y un poquito mas blanquita…