viernes, noviembre 13, 2015

Específicamente Facebook

Debo confesar que soy de esas personas que de vez en cuando en las redes sociales comparten el video de un gatito tierno o un link al conteo de unas fotos históricas interesantes… incluso he llegado a compartir bailes graciosos de borrachos pero ey! Apuesto a que tu… si tú, querido lector, más de una vez soltaste un awwwww! Cuando viste ese mapachito lavando los platos y luego lavando un celular o le enseñaste a tu compañero de sillón, oficina, cama, mesa, etc… el ritmo que se cargaban un par de rancheritos ebrios, seguramente disfrutaste de las 25 fotos de animales más extraños del mundo y lloraste con el anuncio triste del perro y el viejito, así que la próxima vez que tengas el voraz impulso de compartir un link de estos y te detengas por miedo a afectar tu imagen hípster, intelectual, seria, espiritual, rockera, empresarial o lo que sea que estés pretendiendo ser no te contengas más! Liberate! piensa que siempre habrá alguien al que le puedes sacar una sonrisa (o un unfriend).

viernes, noviembre 06, 2015

Pasos en la azotea

Oigo pasos en la azotea y no, no me estoy volviendo loca. La primera vez que los escuche fue cuando estaba desempacando lo de la mudanza, entonces pensé que había sido una caja que se desdoblo solita (de esas que dejas abierta a medias  porque lo que alcanzaste a ver fue suficiente para saber que ahí no está nada de lo que buscas). Al segundo día los escuche más o menos a la misma hora después de medio día, esta vez fue clarísimo, primero unos pasos lentos tres, cuatro y… echaron a correr! Yo hubiera deseado hacer lo mismo pero más bien me quede engarrotada del susto… ¡eran muchos!

Eran pasos pequeños… ¿será posible que sean estas criaturas las causantes de la desaparición de más del 20% de mis calcetines? ¿Será posible que hayan sido estas criaturas las que hicieron que la regadera en vez de emanar el preciado líquido (agua) hayan hecho que me escupiera en un violento vomito de lodo con agua? Y después de eso… cero, ni una gota de lo uno ni de lo otro… ¡Estos duendes del mal!  Juegan con mi mente al poner el salero en el refrigerador… ¡al esconderme mi collar favorito en un calcetín viejo! ¡Estos gnomos del infierno quieren jugar con mi mente cortándome el gas para que luego yo me pelee con la estufa! ¡Que le grite groserías a la pobrecita estufa!  Pero luego me di cuenta….

Los pasos en la azotea pertenecen a una bola de chanates que viven en el techo de mi casa y les gusta caminar por el traga luz de la escalera que está hecho de un material muy sonoro al caminarlo. Siempre caminan, todos los días a la misma hora. De todo lo demás solo yo tuve la culpa, me cojea un poco la memoria… aunque debo aclarar que el asunto de los calcetines no soy responsable, eso no tiene y jamás tendrá una explicación.