Algunas personas creen que yo hablo muy fuerte, que mi voz se oye a kilómetros de distancia y que tengo un tono chillón, pero si creen todo lo anteriormente mencionado les recomiendo que un dominguito se lancen a las lucha libre en la arena coliseo y ahí verán que mi voz no es mas que un susurro delicado que se lleva el viento.
Es la primera vez que voy a la lucha libre, Mi novio me invito (bien romántico) y resulto ser muy diferente a lo que imaginaba, ¡vaya experiencia! Muy puntuales empiezan a llegar las familias bien enchamarradas (al lugar le falta un pedacito de techo yo creo que por eso esta tan frió), es lindo ver como desde tan pequeñitos los padres les inculcan a sus hijos ese gusto por este honorable y fino deporte. Mientras empieza la primer pelea, ahí están los chamacos arriba del cuadrilatero, practicando sus patadas voladoras e imaginándose emocionados que ellos son los luchadores. Por fin empieza la primera pelea que es entre “el muñeco de trapo” (técnico) y… bueno, el nombre de el luchador rudo no lo entendí (ya saben, la calidad de el sonido) pero les puedo decir que era muy malo y tenia una trenza larga laaarga.
SEÑOR GRITON: ¡si así le pegas a tu mujer no le haces nada guey!
SEÑORA ENOJADA: ¡Muñeco, Dale en la madre para que se le quite lo mamooon!
NIÑO: ¡Piojoso!
PUBLICO EN GENERAL: ¡Baila muñeco baila!
Y el muñeco bailaba…
1 comentario:
"¡Baila muñeco baila!
Y el muñeco bailaba…"
Jajajajaja, no mamar, me haz hecho el dia!!!
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