Ayer visite el hospital, mi madre salio del quirófano por ahí de las 7pm pero yo la pude ver hasta las 10Pm. Jaime fue el primero en enterarse de que todo había salido bien, después de hablar con el doctor y con una Gran sonrisa dibujada en el rostro nos dio la noticia, - fue una piedra de este tamaño (haciendo la seña con la mano), es redondita redondita y amarilla- , es ahí donde yo dije -¡Por dios! ¡Hablan de la piedra que le sacaron a mi mama como si fuera un bebe recién nacido!- Pero a nadie pareció importarle mi comentario (excepto a mi noviecito Carlos, como siempre), siguieron hablando de la piedra, - Dijo el doctor que se la va a dar a verónica (que así se llama mi madre) para que la conserve- .
Yo no quiero ver la piedra, a quien se le ocurre conservar algo que te sacaron de la vesícula, es como esas personas que guardan el cordón umbilical de sus hijos o el primer diente que se le cayo (¡¡así es, el ratón no existe!!) y como dicen por ahí; ¡wakala de perro!.
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