Ustedes no estan para saberlo, ni yo para contarlo preo el miercoles mis hermanos se graduaron, Alberto de Primaria y Grecia de Kinder, los dos el mismo día y casi a la misma hora, así que fue un día ajetreado. Ya saben las fotos, los números de canto, los lloriqueos por aquí y por allá, en fin.
La graduación de mi hermana estuvo chida, su profesor se parece a Harrison Ford, pero versión Onapaffa y cada vez que un niño se subía por sus papeles decía en el micrófono que quería ser de grande, mi hermana dijo; “Hola soy Gdecia y cuando sea gdande quiedo sed vetedinadia” (mi hermana se pisa la lengua).
La de Al fue mas calurosa y menos emotiva, lo chido fue cuando saliendo de su graduación mi hermano pidió que lo raparan y así se hizo.
Ese mismo día me sucedió algo que no me pasaba como en 12 años; Ya por la noche estaba yo en las chamoyadas de la 24 disfrutando con mi amado novio Carlos de la frescura de estas bebidas y del ambiente fresa – juvenil, cuando empecé a sentirme demasiado fresca, es mas podía sentir la silla donde estaba sentada, con temor lleve mi mano hasta mi pompi izquierda y descubrí que tenia tremendo agujero (del tamaño de mi mano) ¿desde cuando lo tenia? Solo dios lo sabe, pero en ese momento agradecí por traer una bolsa de correa larga (me sirvió para cubrirme) y un novio que me cuido la retaguardia. Uno nunca sabe cuando le pueden pasar estas cosas, es mas, el siguiente… ¡ podrías ser tu!
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