lunes, octubre 29, 2007

POST ESPECIAL DE HALLOWEEN

Y ahora un relato terrorífico por ser Octubre y por estar tan cerca el día de muertos o Halloween o lo que a ustedes se les pegue la gana celebrar…
POPA
Cuando una regordeta, morena y dientona niña llamada Marcela cumplió 7 años le regalaron una muñeca (no me acuerdo quien chingaos). Esta muñeca estaba vestida como de novia y en los brazos llevaba un bebe. Si le dabas cuerda a la muñeca sonaba una musiquita como de cuna y esta comenzaba a mecer a su plastificado bebe… realmente espeluznante.
Todas las noches la pobre Marcela se acercaba con cuidado a la muñeca(a la que llamaremos Popa) y la volteaba de espaldas, luego le echaba encima una cobija o una playera o lo que fuera, para así poder dormir tranquilamente… porque la pobre Marcela sabia que en las noches Popa cobraba vida y con sus ojos azules espiaba.
Un día a la pobre Marcela estaba tan cansada que se le olvido voltear a Popa y ponerle algo encima, entonces sucedió el horror… a media noche la pobre Marcela despertó y con un gran susto se fijo en Popa que a su vez también se fijaba en la pobre Marcela, luego después de unos cuantos minutos (que parecía una eternidad) Popa empezó a moverse y a mecer a su bebe mientras sonaba su música endiablada. La pobre Marcela casi (¡dije casi!) se hiso pipi en su cama y cerró los ojos, se armo de valor y corrió para aventarle una cobija a Popa.
La pobre Marcela se encontraba en un dilema, pensó en agarrar a popa y tirarla a la basura o aventarla a la casa de enseguida para no volver a verla jamás, pero… ¿y si regresaba? ¿y si regresaba, pero más enojada, con sus ojos azules ahora rojos? La pobre Marcela jamás se arriesgo, aguanto un buen de tiempo cuidando a Popa, hasta que la pobre Popa se volvió débil y fea (extrañamente le iba faltando cada vez mas pelo o se le perdía un zapato o se rompía su vestido) y un día, simplemente se fue.
La pobre Marcela jamás le conto a nadie de su terror, pero decidió nunca de los nunca regalar muñecas a pobres niñas… en todo caso regalaría una Bratz.
THE END

Bueno, eso es todo por hoy, espero que este relato haya sido de su agrado y no les haya traído recuerdos tenebrosos de su niñez.
¡Feliz… lo que sea! Y si tienen fiesta de disfraces me invitan muajajajajajajajajajaja

5 comentarios:

chivasinf.blogspot.com dijo...

Jajajajaja hay hermana! jajaja te pasas con esa historia jaja, oye me la pase bien chidoliro en el Expo-Alan (verdad Carlos) jaja bueno me voysh byes besos

Anónimo dijo...

Que risa eso de ¿y si regresaba?¿y si regresaba?, muy buen post, saludos a Ale

Unknown dijo...

Yo si me hice pipi al leer eso...

Odio las monas creepy

aLe dijo...

ay carambas!!!!

que rollo eso de las muñecas es muy terrorifoco yo tenia una asi de esas que miden como medio metro estaba sentada arriba del ropero con mi vestidito rosa puesto y siempre me estaba viendo =S lo que hice fue empujarla poco a poco mas atras del ropero hasta que ya no pudiera verla jajajaja por cierto no se donde quedo...... tirundirun tirundirun.........

gracias por los saludos Raul jajaja como si yo fuera la unica ale no?...

besos hermanaaaaa

Anónimo dijo...

ayyyy que horror yo creo q todos hemos pasado por algo asi, yo tambien tenia una muñeca(que por cierto nunca me han gustado) como a los 5 años ,y estaba mas alta q yo y siempre trataba de tenerla en un cuarto de la casa q nadie usaba ,le deciamos la ultima recamara y tambien a ese lugar le teniamos miedo pasabamos corriendo porq era el paso obligado al comedor y la cocina