Desde el sábado empezamos a trabajar el jardín, el pasto estaba crecido y ye veía aca tsssss… Carlos y yo sudamos, peleamos con las matas, nos dolieron nuestros delicados brazos, casi nos da cáncer de piel, pero quedamos contentos con el resultado y hasta nos emocionamos, ¡qué lindo nos quedo! pensamos los dos. Hoy acaba de tocar a la puerta un babosote cara de pepino preguntando si nos arregla el jardín, maldita sea!! ¿Qué le pasa? ¡Estoy sumamente indignada!... ahí vengo voy a asomarme de nuevo a ver mi pasto…
8 comentarios:
Tú sabes que no todos son capeces de apreciar la belleza. Por cierto, el jardín se ve como tu patio? Porque a mí el patio me encantó, tiene un no sé qué medio vanguardista y posmoderno.
jajaja... ay viejo maldito, y no le ofreciste agua?
noooo, soy mala?
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja
no se poner comentarios =) help me
ya no, ya supe como muajaja
es que la neta yo le hubiera dado agua de hielitos derretidos que sabe re feo, o del excusado... bueno no eso es muy rudo.
la verdad es que en mi casa nunca arreglamos el jardin y ya parece selva
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